6.3 Líneas del destino o secundarias
Estas líneas no son constantes y no se
advierten en todas las manos.
Línea de Saturno
Esta es la línea del destino (denominada también de la fortuna).
Parte en el comienzo de la mano, sobre la muñeca, y llega al
monte de Saturno (fig. 154), o bien se inicia en la línea de la
vida (fig. 155),
o se desarrolla partiendo del llano de Marte (fig. 156)
o del monte de la Luna (fig. 157).
Esta línea indica la buena y la mala suerte; indica en cierto
modo las circunstancias que influirán en el desarrollo de la
vida del individuo, su capacidad de defensa o de sumisión a las
fuerzas oscuras que nos gobiernan. Siempre ha de tenerse
presente que es necesario saber emplear la fuerza de voluntad
para superar aquellos obstáculos que se derivan de innatas
deficiencias de nuestro yo.
Si la línea está bien dibujada y es neta, es signo de una cierta
limitación instintiva del libre arbitrio, es decir, de una
aceptación de la vida, evitando acciones y reacciones que sólo
difícilmente podrían ser dominadas; por tanto queda disminuida
la afirmación de la personalidad.
Si la línea es fina, se tendrá una particular sensibilidad, que
predispone a soportar duros golpes de la suerte.
Si la línea es larga, el destino se mostrará relativamente
favorable.
Si la línea es profunda, indica que el libre arbitrio
intervendrá muy poco en los avatares de la vida del sujeto.
Si la línea tiene un trazado superficial e indeciso, es señal de
destino caprichoso, susceptible de ser dominado o desviado en
algún modo, cuando el sujeto tiene conciencia de las propias
posibilidades. Si la línea parte del monte de la Luna y va
directa a la línea del corazón sin superarla y va en dirección
del monte de Júpiter (fig. 158), significa que se obtendrá
fortuna no por mérito propio o por fuerza de voluntad y de
trabajo, sino por un azar caprichoso (p. ejem. un matrimonio
opulento).
Si, por el contrario, la línea parte de la línea de la vida con
ramificaciones hacia arriba, la fortuna será conquistada por
méritos personales (fig. 159). Si la línea parte de la línea de
la cabeza, va derecha hasta el monte de Júpiter y atraviesa la
base del índice, significa orgullo excesivo; pero, si termina
sobre el índice con una estrella, es señal de éxito excepcional.
Si la línea tiene una cruz, es amenaza de calamidad grave.
Si la línea está cortada, todas las interrupciones corresponden
a mutaciones de las situaciones del sujeto, sean materiales o
espirituales (fig. 160).
Si la línea está cortada, pero las dos ramificaciones son
paralelas durante cierto trecho, significa que se producirá un
cambio en la situación, y que será más o menos favorable según
la dirección de la ramificación más alta.
Si la línea está cortada, pero las dos ramificaciones están
separadas y distantes entre ella, significa que el sujeto
atravesará un período de incertidumbre y de espera durante el
cual podrá ejercer buen juego la voluntad personal para tomar
decisiones oportunas. Si la línea se retuerce como un tornillo,
advierte que se presentarán numerosas dificultades y desventuras;
si tiene una parte recta, los incidentes perturbadores irán
seguidos de un período de buena fortuna (fig. 161).
Si está continuamente interrumpida, hace presagiar pequeños
cambios, cuya naturaleza sólo puede ser descifrada en relación
con todos los demás signos de la mano (fig. 162).
Si la línea llega a la altura de la línea de la cabeza,
bifurcándose de modo que forme un triángulo con ella, el sujeto
tendrá buena disposición para las ciencias ocultas.
Una doble línea de Saturno tortuosa y fina en la palma de la
mano anuncia corrupción y graves inconvenientes para la salud
debidos al abuso de los placeres materiales (fig. 163).
Si la línea nace en el espacio del dedo de Saturno, significa
fortuna, pero con muchos obstáculos.
Si la línea va hacia el monte de Mercurio, es acierto seguro en
el comercio y en la ciencia (fig. 164);
si se dirige hacia el monte de Apolo, es éxito en las artes yen
la situación económica (fig. 165).
Barritas amontonadas al final de la línea de Saturno o que la
cortan: fortuna seguida de reveses (fig. 166).
Si la línea se cierra en la línea de la cabeza, advierte que la
fortuna será interrumpida por un cálculo equivocado, o por una
testarudez o por una enfermedad cerebral (fig. 167). Si, en vez
de eso, se para en la línea del corazón, la fortuna podrá ser
interrumpida por pasión amorosa o por trastornos del corazón.
La falta de esta línea indica una vida sin relieve.
Línea de Apolo o del Sol
Esta línea asciende hasta la base del anular, es decir, del
monte de Apolo. Puede nacer en diversos puntos de la palma de la
mano.
Si parte de la línea de la vida (fig. 168), indica aptitudes
artísticas y éxito, debido exclusivamente a la iniciativa
personal. Asegura íntimas satisfacciones.
Si la línea parte de la línea de Saturo no, predice
satisfacciones en la carrera, debidas una constante aplicación;
se tendrán éxitos económicos y morales. Siempre en relación con
las demás características de la mano, podrá inferirse si el
camino de los éxitos se encontrará en la industria, en las artes
o en las ciencias (fig. 169).
Si parte de la línea de Mercurio, también presagia éxito, debido
a la intuición y a buenas facultades mentales receptoras.
Si la línea parte del llano de Marte, al éxito final tendrá
inmediatos obstáculos (fig. 170). Si está hecha trocitos, las
luchas serán inútiles; no se llegará al éxito.
El
pronóstico es favorable si la línea parte del monte de la Luna;
promete especiales éxitos en el campo de las letras y de la
poesía (fig. 171).
Si la línea acaba sobre el monte de Apolo con tres
ramificaciones, el pronóstico debe estar en función de la
dirección tomada por dichas ramificaciones, porque el éxito
tendrá características particulares debidas a los montes hacia
los que se dirijan tales ramificaciones; pero si las tres
ramificaciones se reúnen bajo el anular, será señal de un
merecido éxito, especialmente por el lado económico (fig. 172),
con particular satisfacción íntima.
Si la línea de Apolo está atravesada por rayitas que la cortan:
obstáculos pasajeros que estorban el éxito.
Obstáculos al éxito estarán indicados también por la existencia
de una o dos cruces de San Andrés sobre la línea de Apolo,
obstáculos debidos a malevolencia de los extraños o a percances
físicos.
Línea de Mercurio o línea hepática
Esta línea parte de la base de la mano y asciende oblicuamente
hasta el monte de Mercurio, es decir, hasta la base del meñique
(fig. 173). En general, ofrece indicaciones sobre la
sensibilidad nerviosa, las condiciones físicas, el equilibrio
físico y las facultades de intuición y de receptividad mental.
Una línea larga y recta denota vitalidad equilibrada, buena
salud, intuición, inteligencia sutil. Indica también que se
tendrá una ancianidad feliz.
A menudo esta línea corrige las indicaciones más desfavorables
deducidas de una línea de la vida mediocre (fig. 174).
La línea de Mercurio ondulada y tortuosa anuncia algunos
trastornos de la salud, que afectarán especialmente a la vejiga
de la hiel y al hígado; poca franqueza, amor por la intriga,
caprichos (fig. 175).
Si nace sobre la línea de la vida, anuncia debilidades del
corazón y una particular disposición para hacer valer las
cualidades personales (fig. 176).
Si está bien marcada y nace alejada de la línea de la vida hace
prever la longevidad del sujeto (fig. 177).
Si la línea está cortada por barritas transversales, el sujeto
tendrá trastornos de salud no graves y, probablemente, también
alteraciones de la situación económica. Casi siempre son
consecuencia los unos de los otros (fig. 178).
Cuando la línea de Mercurio está cortada, indica enfermedad, a
menudo en relación con preocupaciones de orden social o afectivo
(fig. 179).
Si la línea parte del monte de la vida y llega al monte de
Mercurio a través del monte de Marte, indica buena intuición,
posibilidades ingeniosas e inventivas (fig. 180), y facilidad de
palabra. Si la línea es muy oblicua hasta dirigirse hacia la
extremidad de la palma de la mano, se deduce de ello
inestabilidad del humor, carácter caprichoso y extravagante.
Una isla sobre esta línea puede tener diversos significados, que
se deducen basándose en los caracteres conjuntos de la mano;
puede indicar gran inteligencia, como también facultades
paranormales; o bien salud débil, tendencia al hurto (fig. 181).
Si la línea se bifurca hacia la parte alta, significa enfermedad
del hígado (fig. 182). Si la hepática, la saturnina y la línea
de la cabeza forman un triángulo, indica aptitud para el estudio
de la naturaleza, para las ciencias ocultas y, algunas veces, la
"doble vista", es decir la mediumnidad.
Si la línea se presenta en cadena, significa que la intuición
experimenta intermitencias y que el equilibrio nervioso está más
o menos turbado.
El brazalete
El brazalete es una línea trazada donde la palma de la mano se
inserta en la muñeca (fig. 183);
las líneas pueden ser dos o tres y formando una especie de
brazalete bastante alto. Tres bellas líneas forman el brazalete
real o brazalete mágico que indica vida feliz (fig. 184).
Según la antigua quiromancia, cada una de las líneas debería
representar treinta años de vida, pero la experiencia nos ha
demostrado que no es una afirmación exacta, porque personas muy
avanzadas en años poseen una sola línea en el brazalete.
Si la primera línea del brazalete es de cadena, significa una
vida laboriosa; si se encuentra en ella una cruz, indica que
será una vida de trabajo, pero que en la madurez estará
recompensada por una ganancia inesperada o por una herencia.
Si del brazalete parten finas rayas que acaban en el monte de la
Luna, se tendrán numerosos viajes. Si una línea del brazalete, a
través del llano de Marte, llega al monte de Apolo, es señal de
que se conquistarán riquezas y honores.
Línea del amor y del matrimonio
En la vida del hombre, el amor representa un acontecimiento
extremadamente importante, sea que conduzca al matrimonio, sea
que cree un vínculo profundo que puede desembocar en una unión
no legalizada.
Las pequeñas llamaradas de repetición no inciden profundamente
en el espíritu y la mano no las registra; sin embargo, todo
cuanto respecta al sentimiento amoroso que asume importancia en
el corazón de un individuo, imprime signos inconfundibles en una
línea que está particularmente dedicada a la vida afectiva y
sentimental: la que desde el monte de Mercurio (en la base del
dedo meñique) se dirige hacia el dorso de la mano (fig. 89). Las
ramificaciones que eventualmente arrancan de tal línea indican
que el corazón latirá por más de un sujeto, pero por un período
de tiempo más bien notable; si las ramificaciones son muy
numerosas, es señal de tendencia a multiplicar el juego amoroso
sin profundidad.
Si la línea es larga y muy marcada, es índice de fuerte
sentimiento, probablemente coronado por el matrimonio; si, por
el contrario, es breve y fina indica una relación que no deja
huellas importantes en el alma. Si es demasiado larga, es decir
si sobrepasa la anchura del meñique, es signo de unión con una
persona de buenas dotes morales o de una situación social
inferior a la propia.
El gran amor puede llegar presto; entonces esta línea se
extiende próxima a la del corazón, mientras que cuanto más se
aleja de ella, el amor intervendrá en una edad más avanzada. Se
puede también decir que si la línea del connubio se presenta en
la parte superior del monte de Mercurio y más bien próxima a la
base del meñique, la unión tendrá lugar más allá de los treinta
años.
Si la línea es recta y no presenta interrupciones u otros signos,
se puede contar con una unión feliz, sin choques ni tragedias,
larga y con sentimientos intensos y exigentes.
Si la extremidad de la línea se curva hacia la línea del corazón,
significa que la unión proporcionará pocas satisfacciones o será
incluso infeliz; si, en vez de eso, la línea se dirige hacia
arriba, el amor no tendrá su sanción legal en el matrimonio o
tendrá lugar entre personas de edad muy diferente. Cuando la
línea está bien marcada y de ella descienden breves rayitas
hacia la línea del corazón, es señal de que la persona a la que
se está unido tendrá poca salud (fig. 90).
Si sobre la línea se encuentra una isla, se presagian discordias
entre los cónyuges independientemente de su voluntad; unión que
tiene un cierto carácter de irregularidad (fig. 91).
Si la línea se bifurca en el extremo, inclinándose hacia la
línea del corazón, la diferencia de caracteres determina una
incompatibilidad que puede llevar pronto o tarde a la separación
entre los dos, y con mayor certeza si una lío nea que parte del
llano de Marte la alcanza (fig. 92).
Las líneas capilares que se desprenden de la línea del amor,
quizás como muchas pequeñas islas sobre ella, son la advertencia
de que la unión será infeliz y que existe riesgo de separación
(fig. 93). Si la línea es tortuosa, la unión se verá turbada por
la infidelidad del compañero (o de la compañera).
La posibilidad de muerte de uno de los cónyuges, o de separación,
es revelada por una línea profunda que desciende del meñique y
corta en cruz la línea del amor (fig. 94).
Si una línea fina corre paralela a la línea del amor y está muy
próxima a ella, indica que el sujeto caerá en las redes de otros
amores, o bien la unión no será feliz porque pasará por la
precisión del alejamiento de uno de los dos por razones
independientes de su voluntad.
Algunas veces la mano tiene una línea (denominada de influencia)
que parte del monte de la Luna y asciende hasta la línea de la
fortuna (fig. 95).
En este caso, se puede prever que será una opulente unión; si
dicha línea, después de haber partido perpendicularmente del
monte de la Luna, se dirige hacia la línea de la fortuna, se
presagia un matrimonio opulento, pero no debido al amor (fig.
96).
Líneas de los hijos
En general, son pequeñísimos y sutilísimos signos situados en la
parte superior del monte de Mercurio, perpendicularmente a la
línea del amor (fig. 97); exigen un particular y cuidadísimo
estudio que se hace difícil, casi imposible, en la mano de
personas muy nerviosas, porque están intercortadas por infinidad
de pequeñas líneas.
Las líneas más marcadas, rectas y largas, anuncian hijos varones;
si son más finas y tortuosas, se tratará de hembras; si son
rectas, las criaturas serán sanas y robustas; por el contrario,
si las líneas son discontinuas u onduladas, los hijos serán
endebles (fig. 98).
Las líneas débiles y cortas indican los hijos que no deben nacer.
Para conocer en qué sucesión nacerán los hijos, deben
descifrarse las líneas partiendo de derecha a izquierda, es
decir, desde la parte más externa a la parte interna de la mano.
Son más fácilmente legibles los signos que preanuncian los hijos
en la mano de las mujeres, aunque existan también en la mano del
hombre.
Volver al Indice
del Curso |