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Hernando de Soto
I. Hernando de Soto el
Conquistador
Hernando de Soto nació en Barcarrota, en
España, en 1500. Muy joven, en 1516, se fue a América con Pedrarias Dávila,
gobernador del Darien, quien admiró su coraje.
En 1523, acompañó a Francisco Hernández Córdoba quien, por órdenes de Pedrarias,
partió a la conquista y exploración de Panamá, Nicaragua y Honduras.
En 1532, se unió a la expedición de
Francisco Pizarro; partió de Panamá para conquistar el Perú. Pizarro reconoció
su valor y lo hizo uno de sus principales capitanes, lo que provocaría
conflictos entre los hermanos de Pizarro.
En 1533, fue enviado a los Andes para explorar el territorio. Descubrió la ruta
que llevaba a la capital inca. A su regreso, Pizarro decidió enviarlo como
emisario cerca del emperador Inca Atahualpa. Después de la victoria de los
españoles frente a los incas, Hernando de Soto simpatizará con el emperador
hecho prisionero.
De Soto es uno de los conquistadores más
visto en la conquista del Perú, y en la toma de la capital Cuzco.
En 1536, volvió a España con 18.000 onzas de oro, que representaba su parte del
botín después de la victoria de los españoles sobre los Incas. Residió en
Sevilla donde se hizo construir una inmensa residencia.
En 1537, se casó con Inés de Bobadilla, la hija de su maestro, Pedrarias Dávila.
II. Gobernador de Cuba.
Después de haber pasado algunos momentos
tranquilos en Sevilla, los relatos de Cabeza de Vaca al respecto de una región
llamada Florida, que sería al menos tan rica como el Perú, empujaron a Hernando
de Soto a volver a América.
Vendió sus propiedades, y preparó una
expedición. Obtuvo de Carlos Quinto los títulos de Adelantado de Florida,
gobernador de Cuba y Marqués de una parte de las tierras que descubriera.
La expedición se compuso de 950 soldados y diez navíos. Sería respaldada por una
veintena de botes que venían de Vera Cruz y que se pondrían a las órdenes de
Hernando de Soto.
La flota partió de San Lúcar el 6 de abril
de 1538 y llegó 15 días más tarde a Gomera, una de las islas Canarias, donde
permaneció una semana. Después la expedición retomó su ruta hacia Santiago de
Cuba donde se unieron los otros navíos.
En Cuba, el nuevo gobernador visitó las diferentes ciudades próximas a Santiago
y reunió todos los caballos y los hombres que podía para su próxima exploración
de la Florida.
En ese momento, La Habana fue saqueada e
incendiada por los franceses. Hernando de Soto envió al capitán Aceituno con
algunos hombres para volver a poner la villa en estado.
En la víspera de la partida, nombró a Gonzalo de Guzmán lugarteniente-gobernador
para administrar Santiago durante su ausencia.
A fin del mes de agosto de 1538, los navíos
emprendieron la mar en dirección de La Habana, mientras que Hernando de Soto
hizo la ruta por tierra con 350 caballos para reunirse al resto de la
expedición. Llegado a La Habana, de Soto se ocupó de reconstruir la ciudad y
ordenó a Aceituno construir una fortaleza en previsión de un ataque.
Al mismo tiempo, Juan de Añasco fue enviado a explorar las costas de la Florida,
a fin de facilitar la llegada de la flota. Al cabo de algunos meses, Añasco
estaba de regreso con buenas noticias.
III. Hernando de Soto el explorador.
El 18 de Mayo de 1539, la expedición estaba
por fin lista. Hernando de Soto disponía de 9 navíos y 1000 hombres.
El 25 de mayo, la flota pasó por Espiritu Santo (Tampa Bay) y los hombres
desembarcaron el 30 de mayo sobre este nuevo mundo. Los españoles comenzaron
entonces su exploración.
Pero debieron enfrentar a los indios vueltos belicosos, después del pasaje del
violento Narváez, durante una expedición precedente.
Al cabo de algún tiempo, Hernando de Soto
había ya perdido muchos hombres en sus batallas contra los autóctonos. Atravezó
las provincias de Acuera, Ocali, Vitachuco y Osachile (al oeste de la península
de la Florida), al punto de alcanzar Apalache (al noroeste), una región
considerada como fértil y que tenía buenas condiciones marítimas para la
construcción de un puerto.
Alcanzó al fin esta región, no sin haber combatido contra los indios.
En octubre de 1539, Hernando de Soto envió
a Juan Añasco con 30 hombres a Espíritu Santo donde había dejado sus navíos y
una parte de la expedición, con la orden de bordear las costas y de encontrarlo
allí.
Pedro Calderón, debía partir en busca de provisiones por tierra, mientras que
Gómez Arias fue enviado a La Habana para informar a la mujer de de Soto de los
progresos de la expedición. Después de algunas dificultades, todo el mundo se
encontró en Aute Bay (Apalache).
Hernando de Soto envió entonces al capitán
Diego Maldonado a explorar las costas al oeste del Aute con dos navíos.
Maldonado cumplió su misión con éxito y, en febrero de 1540, fue enviado a La
Habana para informar a la ciudad de sus descubrimientos. Los dos hombres se
encontrarían después, en octubre, en la bahía de Achusi, con otros navíos,
municiones de guerra, provisiones y uniformes para los soldados.
Pero de Soto no volvería a ver jamás a Maldonado. No porque éste haya faltado a
su misión. Él fue a Achusi, pero no encontró rastro de su comandante. Exploró la
región en vano, y retomó la mar para La Habana. Al año siguiente, Maldonado
partió nuevamente en busca de Hernando de Soto, pero sin resultado.
IV. El fracaso de la expedición.
Durante este tiempo, Hernando de Soto
partió, en marzo de 1540, de Apalache con la intención de explorar el norte del
país. Atravezó las regiones de Altapaha (o Altamaha), Achalaque, Cofa y Cofaque,
todas ciudades situadas en el norte de la Georgia, con poco éxito. Decidió
entonces alcanzar Achusi, para encontrar a Maldonado y sus refuerzos. Pero
cuando llegó a la región de Tuscaluza (Alabama), unos indios en gran número lo
enfrentaron en la batalla más espantosa que haya podido tener el conquistador.
La batalla duraría nueve horas y sería finalmente ganada por los españoles. Pero
numerosos hombres y oficiales, Hernando de Soto incluído, fueron heridos.
Setenta españoles fueron muertos en esta batalla.
De Soto quería proseguir la ruta hacia
Achusi, pero sus tropas estaban extenuadas y debieron permanecer allí algunos
días. Los españoles estaban decepcionados por no haber encontrado ninguna
riqueza en estas exploraciones, y hacían complot para abandonarla, alcanzar
Achusi y emprender la mar para México o el Perú.
Sabiendo eso, Hernando de Soto cambió sus planes. En lugar de marchar hacia la
costa y reunirse con Maldonado, condujo a sus hombres hacia el oeste al interior
de las tierras. Esperaba alcanzar la Nueva España (México).
En diciembre de 1540, perdió 40 hombres y
50 caballos en una nueva batalla. En abril de 1541, en el curso de un
enfrentamiento con los indios, numerosos españoles fueron muertos o heridos.
Hernando de Soto estaba forzado a quedarse algunos días para que sus hombres
sean curados.
Pero decidió continuar su ruta hacia el interior, atravezando las provincias del
Golfo, y alcanzando el Mississippi al norte del estado del mismo nombre.
Atravezó el río y prosiguió su camino hacia
el noroeste antes de llegar a la provincia de Autiamque (noroeste de Arkansas),
donde pasó el invierno, cerca de Washita.
En la primavera del año 1542, volviendo sobre sus pasos, alcanzó el Mississippi.
Allí, el 20 de junio de 1542, cayó enfermo con una fuerte fiebre. Preparándose
para morir, designó a Luis de Moscoso de Alvarado para tomar su lugar a la
cabeza de los hombres.
Cinco días más tarde, Hernando de Soto murió sin haber podido alcanzar la Nueva
España. Sus hombres entonces sumergieron su cuerpo pesadamente lastrado en el
río para que los indios ignoraran su muerte, creyéndolo inmortal y para que no
profanen sus despojos.
El resto de la expedición, dirigida por
Moscoso, intentó entonces alcanzar la costa por el este. Pero fueron atacados de
nuevo por los indios. Algunos miembros de la expedición llegaron a sobrevivir y
a alcanzar Pánuco en México.
El balance humano es desastroso, pero la expedición de Hernando de Soto quedaría
en la historia por la amplitud de la exploración: seis estados atravezados
(Carolina del sur, Florida, Georgia, Alabama, Mississippi y Arkansas),y
numerosas tribus indias descubiertas (Cherokees, Seminoles, Creeks, Apalaches,
Choctaws y otras).
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