Emiliano Zapata
Revolucionario mexicano nacido en San Miguel de
Anenecuilco el 8 de Agosto de 1880 – muerto en Chinameca el 10 de abril
de 1919.
Nacido en 1880 en San Miguel de Anenecuilco, Morelos,
en el seno de una familia paisana, trabaja como cuidador de ganado.
En 1906 se une a la Junta de Cuatla que reivindica para sus trabajadores
las tierras comunales de los paisanos indios de Morelos, y que es
reprimida violentamente por el gobierno
Hijo de granjeros, la piel mate y buen caballero,
dirige el movimiento de ocupación de tierras, formado por granjeros
vestidos de una camisa y pantalones blancos quienes, a los gritos de "tierra
y libertad", entran en las haciendas defendidas por sus
propietarios.
Después de haber obtenido su rendición, las haciendas
son expropiadas y repartidas entre los paisanos que las trabajan.
Como líder de la rebelión, Zapata debe
refugiarse en la montaña durante la represión.
Reaparece en 1909, siendo proclamado presidente de la
Junta de Defensa de tierras de Ayala, comenzando de esta manera su
actividad revolucionaria.
En marzo de 1911 se une al movimiento guerrillero de
Madero, reforzando el Plan de San Luis Potosí contra el dictador
Porfirio Díaz.
El Plan Ayala preve la restitución de las tierras a la población
indígena y una verdadera Reforma Agraria.
Su ascenso político lo conduce a hacerse cargo de la
organización del movimiento revolucionario en el sur de
México, siendo nombrado jefe supremo del movimiento revolucionario
de la región meridional, después jefe maderista de Morelos.
Después de la suba de Madero al poder, Emiliano
Zapata se levanta contra éste último en razón de su poca diligencia
en aplicar la Reforma Agraria, objetivo principal de la
Revolución Mexicana.
Su esfuerzo por la Reforma Agraria le valió también
la enemistad de Carranza.
El ataque de Victoriano Huerta contra el gobierno de
Madero, quien lo hace asesinar, lo empuja a unirse a las tropas
constitucionales en 1913.
Un año más tarde, con
Pancho Villa y Orozco, firman la Convención de Aguascalientes,
rechazada por Carranza, en el curso de la cual deciden ocupar la capital
mexicana con las fuerzas convencionales (1914).
La fuerza de las tropas zapatistas le permite ocupar
la capital en dos ocasiones, controlando la mitad del territorio
mexicano.
Sin embargo, el fuerte contraataque del presidente
Carranza y la derrota que le inflige Álvaro Obregón lo obligan a
retirarse hacia Morelos y a instalar su cuartel general en Tlaltizapan,
conservando la implantación del movimiento revolucionario en el sur de
México.
Después de su retirada, afronta en permanencia los
ataques de Carranza, defendiendo la instauración de una auténtica
reforma agraria que elimine la repartición desigual de las tierras, y
que tome en cuenta los derechos de los indígenas, modelo implantado por
Zapata en Tlaltizapan.
Zapata crea también en esta ciudad una red de escuelas y servicios
públicos.
La acusación de Zapata hacia su antiguo compañero
revolucionario, Carranza, se vuelve pública en su carta abierta de 1919
y dirigida al «Ciudadano Carranza», en la cual lo acusa de haber «
aprovechado de la lucha para su propio beneficio y el de sus amigos que
lo han ayudado. Después de haber repartido el botín, las riquezas, para
realizar negocios, banquetes, fiestas suntuosas, bacanales y orgías.
Y prosiguió su acusación: «Usted no ha pensado jamás que la Revolución
pudiese beneficiar al pueblo, a las legiones de oprimidos que usted ha
alentado con sus discursos». En respuesta a esta acusación, Carranza organiza un
plan para asesinar a Zapata.
En 1919, es convocado para una entrevista política en
el curso de la cual un oficial federal, Jesús Guajardo, le ofrece tropas
y apoyo para su campaña, dándole cita en una hacienda situada en un
territorio dominado por el general revolucionario.
Según el relato de uno de los testigos (uno de los
soldados), llegando al umbral, «a quemarropa y sin darle tiempo de sacar
sus pistolas, los soldados que portaban armas tiraron dos salvas, y
el general Zapata cayó para no levantarse jamás».
Con Zapata, a la edad de 39 años, se había apagado el
más feroz defensor de los derechos de los indios mexicanos y de la
Reforma Agraria.
Su ejemplo ha sido retomado, más recientemente en la actualidad, por el
Sub Comandante Marcos a la cabeza del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional, que defiende los derechos de los indígenas de Chiapas.
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