Fernando de
Magallanes
En el seno
de una familia noble, Fernando de Magallanes
nació en la ciudad de Sabrosa, Portugal,
hacia el 1480. Su padre, Ruy de Magallanes,
consiguió que su hijo sea paje en la corte
de la reina Leonor, viuda del rey Juan II de
Portugal. Su madre se llamaba Beatriz de
Barbosa.
En 1505, él se enrola
en la expedición de Francisco de Almeida, en
la cual no es más que un simple marinero
entre otros 1500 hombres enviados con el
objetivo de conquistar para Portugal lugares
estratégicos en la Ruta de las Indias. Es en
esta expedición que él comienza su carrera
de navegante, ganando experiencia y
prestigio.
En 1509 viaja a
Malaca, la Singapur actual, bajo las órdenes
de López de Sequeira, quien comanda una
expedición que debe llegar a reconocer este
lugar importante del Extremo Oriente.
Durante 7 años,
Magallanes navega y lucha en feroces
combates, de los cuales sale herido más de
una vez.
En 1512 vuelve a
Portugal, pero no tarda en comenzar una
nueva travesía. Habiendo alcanzado
Marruecos, él hace parte de una tripulación
de trece mil hombres quienes, bajo el mando
de Jaime, Duque de Braganza y sobrino del
rey de Portugal, debía derrotar a los
piratas moriscos.
Como muchos navegantes
de esta época, Magallanes se muestra muy
interesado en el descubrimiento de una Ruta
hacia las Indias, lo que lo conduce a
fomentar un proyecto ambicioso de navegación
en 1519.
A los 35 años,
Fernando de Magallanes es un marinero
experimentado pero aún no ha recibido el
reconocimiento del Rey de Portugal.
Su amistad con Ruy Faleiro lo conduce a
interesarse en la redondez de la Tierra y el
descubrimiento de un pasaje hacia las Indias
por Occidente.
Magallanes desea
viajar hacia las Molucas, de las que le
habla su amigo Francisco Serrano y que se
dicen llenas de riquezas, especialmente en
especias. Su idea es de navegar hacia ese
lugar siguiendo la ruta del oeste, pero para
eso habría que descubrir un pasaje hacia el
océano Pacífico, "el mar del sur",
descubierto por Vasco Núñez de Balboa en
1513.
Presenta su proyecto
al rey don Manuel de Portugal quien no fue
seducido por la idea del navegante. Fernando
de Magallanes renuncia entonces a su
ciudadanía y decide concretar su sueño fuera
de su patria.
Se va de Portugal, con la esperanza de ser
ayudado por la monarquía española.
Encontrándose las
islas Molucas en la zona española decretada
por el Tratado de Tordesillas (1494),
Fernando de Magallanes debía obtener la
autorización del Rey de España para
concretar su plan.
Su proyecto es, en
primer lugar, rechazado por la Casa de
Contratación (1517), y es solamente al año
siguiente que el marino portugués obtiene
una entrevista con el joven Carlos Quinto
(Carlos I de España).
Los argumentos para convencer al rey son la
posibilidad de alcanzar las islas ricas en
especias, con la seguridad de que ellas se
encuentran en territorio español.
El 22 de marzo de
1518, es firmada una Capitulación en la cual
el Rey se compromete a librar 5 navíos con
265 miembros de tripulación y víveres por
dos años.
Magallanes recibe el mando de la expedición
con el título de Adelantado y Gobernador de
las tierras a descubrir, una parte de las
riquezas encontradas y un sueldo para sus
gastos personales.
Fernando de Magallanes
puso 18 meses para preparar su expedición.
Intrigas y demandas de parte del gobierno
portugués interrumpían su empresa hasta que
al fin, llega el momento de la partida de la
flota, del puerto de San Lúcar de Barrameda,
el 20 de septiembre de 1519.
Su ruta pasa por las
islas Canarias, Río de Janeiro, Río de la
Plata, donde llega el 10 de enero de 1520.
Después la expedición prosigue su ruta hacia
el sur bordeando las costas de la actual
Argentina.
Entra en contacto con
las poblaciones aborígenes australes.
Grandes y vestidos de pieles, parecen más
grandes que los seres humanos comunes. Las
enormes huellas de pies que ellos dejaban
llevaron a los españoles a llamarlos "
Patagones ", de donde el nombre de "
Patagonia " que se le dio a esta región
austral.
La expedición no tarda
en encontrar múltiples problemas: motines,
racionamiento, pérdida de embarcación y
miedo de la tripulación convencida de la
inutilidad de este proyecto. Todas estas
dificultades son superadas con energía por
Magallanes quien no duda en utilizar la
fuerza cuando es necesario.
Descubriendo la
desembocadura oriental del pasaje el 21 de
octubre, el 1º de Noviembre de 1520, los
navíos de Magallanes entran en el estrecho
que recibe el nombre de Estrecho de Todos
los Santos, debido a la fiesta religiosa de
ese día.
Comienza entonces una navegación lenta de
los navíos buscando una ruta que debía
conducirles al océano Pacífico.
Las observaciones de Magallanes lo llevan a
la conclusión de que él se encuentra en la
extremidad del continente americano, y que
la Tierra del Fuego, llamada así debido a
las fogatas encendidas por los indígenas, es
una gran isla.
La búsqueda de la
salida oeste se prolonga hasta el 27 de
noviembre cuando los tres navíos restantes
salen por fin al Pacífico.
Es así que Magallanes descubre la ruta tan
buscada hacia las islas de las especias, y
el extremo sur de Chile.
En relación con los
cálculos que Magallanes había efectuado
antes del viaje, él pensó que la llegada a
las Molucas no era una cuestión de algunas
semanas. Hacía falta navegar por casi la
mitad del globo terrestre, lo que duraría
100 días, en condiciones extremas.
El cronista de la
expedición, Antonio Pigafetta relata: "La
galleta que comíamos ya no era más pan sino
un polvo lleno de gusanos que habían
devorado toda su sustancia. Además, tenía un
olor fétido insoportable porque estaba
impregnada de orina de ratas. El agua que
bebíamos era pútrida y hedionda. Por no
morir de hambre, nos hemos visto obligados a
comer los trozos de piel de vaca que cubrían
el mástil mayor a fin de que las cuerdas no
se estropeen contra la madera... Muy a
menudo, estábamos reducidos a alimentarnos
de aserrín; y las ratas, tan repugnantes
para el hombre, se habían vuelto un alimento
tan buscado, que se pagaba hasta medio
ducado por cada una de ellas... Y no era
todo. Nuestra más grande desgracia llegó
cuando nos vimos atacados por una especie de
enfermedad que nos inflaba las mandíbulas
hasta que nuestros dientes quedaban
escondidos...".
La ruta que se trazó
Magallanes no les permitió encontrar muchas
islas o aprovisionarse. Las dos únicas islas
descubiertas eran muy pobres, prácticamente
sin frutos ni animales, las que él bautizó
islas Desventuradas.
Prosiguiendo la travesía, el 6 de marzo de
1521, descubre las islas de " Los Ladrones
", el archipiélago actual de las Marianas,
donde encuentra alimento.
El viaje interminable
lo lleva a descubrir un inmenso
archipiélago, el de las Filipinas,
densamente poblado de aborígenes y rico en
oro y especias.
La decisión de desembarcar sobre estas
tierras va a costarle la vida.
La tripulación llega a
la isla de Mactan, donde es atacado cuando
pone el pie en tierra, por un gran número de
indígenas. El capitán es herido por una
piedra lanzada por uno de los asaltantes que
aprovecha de este instante para darle un
violento golpe de lanza, por el cual
Magallanes morirá el 27 de abril de 1521.
Fernando de Magallanes
muerto, la expedición prosigue bajo las
órdenes del piloto Sebastián Elcano, quien
tiene la suerte de llegar a las Molucas,
tierras de especias, de riquezas, de selvas
y de animales exóticos.
Elcano y sus hombres
alcanzaron el puerto de San Lúcar de
Barrameda el 6 de septiembre de 1522 a bordo
del único navío sobreviviente, el Victoria.
La tripulación se compone solamente de 17
hombres, aquellos que han podido contar la
epopeya de la primera vuelta al mundo, una
verdadera hazaña en aquella época. Elcano
recibió grandes honores por esta proesa.
El aporte de
Magallanes a los conocimientos geográficos
de la época es inestimable. Él logró probar
por la práctica que la tierra tiene la forma
de una esfera y que está abierta para ser
recorrida.
Aún si Magallanes no llegó él mismo a las
Molucas, eso no quita nada a su hazaña.
En la historia de Chile, Magallanes ocupa un
lugar privilegiado ya que fue el descubridor
de estas tierras, y el primer explorador de
sus costas.
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