Juan Díaz de
Solís
Navegante y
conquistador español nacido en Lebrija en
1470 y muerto en la desembocadura del Río de
la Plata en 1516.
Piloto principal de la
Casa de Contratación, descubre las costas de
Honduras, de Belice y del Yucatán, así como
el Río de la Plata, donde moriría, en el
transcurso de un viaje que emprende para
encontrar un pasaje entre los dos océanos,
el estrecho de Magallanes.
Es marinero desde muy
joven y anda probablemente en negocios poco
claros en las costas meridionales de España
y de África del Norte.
En 1500 está al
servicio de la « Casa da India » portuguesa
y navega a lo largo de las costas africanas,
tomando seguramente la ruta hacia el Asia
abierta por Vasco de Gama.
Después se pone al servicio de la Corona de
Castilla, considerado como un gran marino.
En marzo de 1508, el
Rey Fernando convoca en Burgos al obispo
Fonseca, Américo Vespucio, Yáñez Pinzón y
Juan Díaz de Solís. Varias decisiones son
tomadas con respecto a las Indias. Una de
ellas es enviar una expedición al norte de
Veragua (descubierta por Cristóbal Colón en
su cuarto viaje) a fin de encontrar un canal
o un mar abierto hacia el oeste.
El mando de la expedición es confiado a Díaz
de Solís, en el mar, y a Yáñez Pinzón, en
tierra. El Piloto principal sería Pedro de
Ledesma, quien había hecho el viaje a
Veragua con Cristóbal Colón. La expedición
embarca en dos navíos: la “Magdalena” y la “Isabelita”.
La expedición parte de
España el 29 de junio de 1508 y atravieza el
océano Atlántico para llegar cerca de Santo
Domingo, de donde envían un mensaje a Ovando.
Después prosiguen su ruta hacia Cuba, las
costas de Nicaragua y Honduras. Desde ahí
remontan al norte, descubriendo el golfo
Dulce, el Cabo de Las Hibueras y las costas
de Yucatán.
Pero no encuentran un
pasaje hacia el oeste, y regresan a España
en agosto de 1509.Pinzón lanza acusaciones contra Juan Díaz de
Solís, quien es arrestado y encarcelado.
Pero Juan Díaz de Solís es juzgado inocente
y recibe una recompensa de 34.000 maravedis.
Y poco después de la muerte de Vespucio, es
nombrado Piloto principal (1512).
El rey pide entonces a
Juan Díaz de Solís efectuar otro viaje a fin
de encontrar el pasaje de las especias.
Quiere organizarlo en 1512, en compañía de
su hermano Francisco de Solís y del
portugués Juan Enriques, pero el rey de
Portugal es puesto al corriente del proyecto
y protesta vivamente para que sea suspendido.
En 1513 Vasco Núñez de
Balboa descubre el Mar del Sur (Océano
Pacífico) en Panamá, lo que refuerza la idea
española de encontrar un estrecho entre los
océanos.
Después de haber nombrado a Pedrarias Dávila
Gobernador de « Castilla del Oro », el rey
encarga a Juan Díaz de Solís (el 24 de
noviembre de 1514) un viaje de
descubrimiento de este famoso estrecho a la
altura de Panamá, desde donde él deberá
recorrer aún 700 leguas o más hacia el
occidente (hasta las islas Molucas).
Esta vez los
preparativos de la expedición se hacen en
secreto para evitar las quejas portuguesas.
Juan Díaz de Solís debe preparar su
expedición en Lepe, y recibe en secreto 4000
ducas de oro. El viaje se hará a bordo de
tres navíos, con 60 miembros de tripulación,
y provisiones para dos años y medio. Será
acompañado por Juan de Ledesma, Pedro de
Alarcón y Francisco de Marquina.
La expedición parte de
San Lúcar el 8 de octubre de 1515. Se dirige
a continuación hacia Tenerife, de ahí a la
costa brasileña (del cabo San Roque hasta
Guanabara). Luego van a descender rumbo al
sur hasta el cabo de Cananea (25º 3´ de
latitud sur) y proseguir hasta la isla que
Juan Díaz de Solís bautizaría la Plata
(Santa Catalina), después hacia la bahía de
los Perdidos (27º), y bordeando las costas,
arrivar a la isla de San Sebastián (cerca de
la isla de los Lobos).
Juan Díaz de Solís
descubre el Mar Dulce al que bautiza así
porque el caudal del río es tal que se
encuentra agua dulce en el mar, o estuario
del Río de la Plata.
Es el mes de febrero de 1516 y ellos se
encuentran en la desembocadura del río
Paraná-Guazú, bautizado río de Solís, y que
sería rebautizado 20 años más tarde como Río
de la Plata.
Solís recorre el
estuario en su zona septentrional (Uruguay)
y desembarca en el puerto de Nuestra Señora
de la Candelaria (35º latitud sur), donde
toma posesión de las tierras en nombre del
rey. Después llega a la isla Martín García
(34º 40´ de latitud sur). Los indios les
mostraron objetos de oro, pero cuando ocho
españoles descendieron a tierra para tratar
con ellos, los mataron y despedazaron
delante de los ojos horrorizados de los
otros miembros de la tripulación.
Entre estos ocho hombres se encuentran Solís,
Marquina, Alarcón, cuatro marineros y un
grumete, Francisco del Puerto, siendo éste
último el único en salvarse, pero los
espedicionarios no osan recuperarlo; él
permanecerá allí hasta la llegada de la
expedición de Sebastián Caboto.
La expedición retoma
entonces inmediatamente la mar para regresar
a España. Se aprovisionan de carne de lobos
de mar en la isla de los Lobos, y alcanzan
la costa brasileña. En la laguna de los
Patos, frente a la isla de Santa Catalina,
uno de los navíos naufraga. Dieciocho
náufragos debieron permanecer allí. Siete de
ellos se dirigieron hacia el norte y cayeron
en manos de los portugueses y fueron
conducidos a Lisboa. Seis otros
permanecieron en el puerto de los Patos y
los alrededores donde la mayor parte de
ellos murieron.
Otro marinero llamado
Alejo García, habiendo oído los relatos
indígenas sobre la Sierra de la Plata y de
la existencia de un rey blanco (en Perú),
partió en su búsqueda con varios cientos de
indios y algunos compatriotas. Llegó hasta
las estribaciones de la Cordillera de los
Andes, encontró una cierta cantidad de plata,
pero fue asesinado en la ruta de regreso.
Los dos navíos
restantes de la expedición de Solís llegan a
Sevilla el 4 de septiembre de 1516 sin haber
encontrado el estrecho, pero habiendo
descubierto el Río de la Plata, que serviría
de punto de partida para encontrarlo.
Los náufragos españoles que quedaron en
tierras americanas jugaron un rol importante
en las futuras expediciones.
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